¡ASCENSO!



01/06/09

Sufriendo, porque el Oviedo no lo sabe hacer de otra forma, se consiguió ayer el primer pasito para el retorno a la élite del fútbol tras conseguir el ascenso a segunda b en una agónica tanda de penaltis donde San Aulestia se convirtió para siempre en héroe del oviedismo al detener el lanzamiento decisivo. El bueno de Oinatz, que ya se había ganado a la afición con su compromiso y su buen trabajo, rompió a llorar de emoción tras conseguir la victoria en una imagen que bien podría representar a la de todo el oviedismo que tras dos muchos años de sufrimiento empieza a ver, muy a lo lejos, una pequeña luz a la esperanza.

En los dias previos del partido Raúl había sorprendido a todo el mundo ensayando un once que no había probado en toda la temporada, sobre todo por la novedad de Curro en banda y así lo confirmo sobre el terreno de juego:

Aulestia; José Luis, Hedrera, Gonzalo, Invernón; Mario Prieto, Pelayo; Curro, Alex, Jaime; Cervero

Y el planteamiento no le salio bien a Raúl ya que el Mallorca salio mejor ordenado en el terreno de juego ante un equipo azul que solo se dedicaba a verlas venir y que cada vez que tenia el balón lo rifaba a pelotazos a Cervero. La idea de que con Curro en banda mas Pelayo y Mario se tendría mas posesión de balón se resquebrajaba por momentos ya que no funcionó en ningún momento y la banda derecha se convertía en una autopista rn la que el filial entraba como Pedro por su casa.

El Mallorca no sabía transformar el dominio de los primeros minutos en ocasiones de gol, ya que excepto un remate de cabeza a la salida de un corner que se marcharía rozando el larguero, el filial no dispondría de más ocasiones claras para anotar. Por el contrario el Oviedo tuvo la más clara de la primera parte, por medio de Alex, que tras pelear un balón a la defensa local se plantó solo ante Nauzet que conseguiría despejar a corner.

Aunque después de tanto dominio los bermellones obtenían el gol que les daba el gol que empataba la eliminatoria. En una jugada en el centro del campo, el balón saldría colgado al área, donde Tejera, controlaría, driblaría a José Luis y anotaría.

Tras el gol las cosas se igualarían un poco más, toda vez que los locales se replegaron algo, pero los oviedistas no supieron hacerse con el control del balón y se iban al descanso con una merecida desventaja en el marcador.

Al poco de empezar la segunda parte, Raúl remodelaría el equipo dando entrada a Moisés y a Villanueva por Pelayo y Alex, recuperando Curro su sitio en la parcela central. El equipo empezó a tocar con algo mas de sentido y a encerrar poco a poco a un desdibujado Mallorca que en toda la segunda parte apenas pasaría del centro del campo, excepto en un balón largo que Aulestia se encargaría de desbaratar en una buen salida.

El Oviedo, en cambio disfrutó de mas ocasiones, la mas clara una internada que dejó a Cervero solo ante la portería, pero Nauzet, la verdadera pesadilla del Oviedo en la eliminatoria, volvería a desbaratar. Mario Prieto con un tiro fuera y una internada de Jaime que sería derribado en claro penalti por Nauzet del que el árbitro se desentendería fueron de lo más destacado del conjunto azul.

Los últimos minutos del tiempo reglamentario los dos equipos empezaron a pensar en la prorroga y los acercamientos al área se secaron, hasta los últimos instantes donde Invernón se colaría por banda y lanzaría un centro chut que se paseó por delante de la meta de un ya batido Nauzet, pero que no encontró portería.

Con los jugadores muy cansados por el esfuerzo y el calor húmedo de la capital balear se llegó a la prorroga en la que cada mitad de ella fue para un equipo. La primera fue bastante superior el conjunto azul que pudo sentenciar la eliminatoria en una volea de Villanueva que se toparía con el poste. En la segunda seria el Mallorca el dueño del esférico y su mayor ocasión fue un lanzamiento de falta que enviaría a corner Aulestia. El miedo a perder pudo más que las ganas de ganar y el partido finalizó dejando la eliminatoria y el ascenso a la suerte de los penaltis.

Unos penaltis en los que el Oviedo lograría marcar todos sus lanzamientos por medio de Mario Prieto, Curro, Cervero, Moisés, Rubén y Dani Hedrera. Por su parte los mallorquinistas también lograrían los cinco disparos de su tanda.

Hasta que un nerviosos Kevin se hizo con el balón, la cara del chico mostraba mucha tensión y un pletórico Aulestia adivinó el lado hacia el que debía de estirarse deteniendo el lanzamiento y llevando la locura a los miles de oviedistas que veían como su equipo, por una vez, le sonreía la suerte.

Una euforia desatada para los mas de mil desplazados a Mallorca que animaron sin descanso y para los cientos que se juntaron en la losa para seguir el partido por pantalla gigante, que luego se dirigieron a la Plaza de América para celebrar el principio del retorno, porque el lema ya no es volveremos, la nueva enseña es ¡VOLVEMOS!

No hay comentarios: