30/08/09
La primera en la frente ya que no hubo que esperar mucho para que el Real Oviedo probase con crueldad la dureza de la segunda B. El primer partido de la temporada ya sirvio para abofetear a los azules que saldaron con empate a un gol un partido que merecieron ganar por juego y ocasiones, pero que el Toledo se encargó de aguar la fiesta en el único disparo que realizo entre los tres palos en todo el partido.
El Oviedo formó con el mismo once que le miercoles ganara en copa en Alcalá: Aulestia; Jorge Rodríguez, Hedrera, Barral, Invernón; Pelayo (Rubén García), Curro; Jandro (Iván Ania), Manu Busto (Nacho Méndez), Rayco; y Miguel
Los primeros compases fueron de estudio entre los dos rivales, recien ascendidos en la categoría, y ambos equipos se miraban con respeto y ninguno cogía la manija del encuentro hasta que Jandro apreció por banda para regatear a dos defensores y tirar a puerta para que Bermúdez desviara con apuros.
Esa jugada desencadenó la caja de los truenos en el conjunto azul que empezo a combinar ante un Toledo que se veía impotente para frenar las internadas del equipo azul que trenzaba bien en el centro del campo y convertía sus bandas en buenos puñales, sobre todo la izquierda con Rayco e Invernón. Fruto de una combinación entre estos dos el balón cayo a pies de Curro que a trancas y barrancas y con mucha suerte se llevó el balón para quedarse solo ante le meta que salio valientemente a los pies del extremeño, pero con tal mala suerte que el balón suelto lo recogio Manu Busto para anotar el primer gol del Oviedo.
A partir del gol el Oviedo siguió con su buen juego y dispuso de varias ocasiones para a notar, pero las más claras de ellas fueron un balón suelto que dejo a Miguel solo ante el portero, pero el llanerense no supo machacar en una opción inmejorable haciendo que el meta Bermúdez se lueciera por segunda vez en la tarde. Minutos depués Rayco también tendría una muy buena opcion despues de una buena jugada trenzada por los azules que dejaría al canario solo ante Bermúdez aunque algo escorado y opto por el disparo para que el meta atrapara cuando tenía la opcion de Miguel solo para empujarla.
Por su parte el Toledo apenas inquietaba salvo en dos ocasiones consecutivas en el ecuador de la primera mitad, pero sus remates se marcharon desviados. Asi que con la sensacion de que el Oviedo debería haber dejado sentenciada su primer victoria se llegó al descanso.
En la reanudación Pelayo dejó su sitio a Rubén y a partir de ahi el Oviedo empezo a descomponerse. Aquel Oviedo de la primera parte vertical dejo paso a un Oviedo que se quedo en agua de nadie, no sabia si rematar el partido o ciudar lo ya obtenido y las ocasiones y el juego desparecieron del Tartiere.
Pero cuando más soporifero estaba el encuentro el Toledo encontro una recompensa que hasta ese momento no había merecido. Un fallo defensivo del Oviedo con perdida de balón tonta y que no supo achicar para dejar en fuera de juego a Rufino que aprovechó para batir por bajo a Aulestia en su salida.
El Oviedo no había sabido sentenciar y lo pagaba caro ocn el gol del empate, aunque no iba a ser su última desgracia de la tarde, ya que dos minutos despés, un descentrado Miguel veía el camino de los vestuarios tras la segunda amariila que se había buscado merecidamente por la reiteración de faltas a sus defensores.
Era el minuto 81 y ahí se acabo el partido ya que el Toledo se dedico a aguantar un punto que, visto lo visto, le sabía a gloria y un Oviedo con diez que intenataba trenzar algo, pero con más corazón que cabeza y que en ningun momento dio la sensación de poder llevarse el gato al agua en esos minutos finales.
La primera en la frente ya que no hubo que esperar mucho para que el Real Oviedo probase con crueldad la dureza de la segunda B. El primer partido de la temporada ya sirvio para abofetear a los azules que saldaron con empate a un gol un partido que merecieron ganar por juego y ocasiones, pero que el Toledo se encargó de aguar la fiesta en el único disparo que realizo entre los tres palos en todo el partido.
El Oviedo formó con el mismo once que le miercoles ganara en copa en Alcalá: Aulestia; Jorge Rodríguez, Hedrera, Barral, Invernón; Pelayo (Rubén García), Curro; Jandro (Iván Ania), Manu Busto (Nacho Méndez), Rayco; y Miguel
Los primeros compases fueron de estudio entre los dos rivales, recien ascendidos en la categoría, y ambos equipos se miraban con respeto y ninguno cogía la manija del encuentro hasta que Jandro apreció por banda para regatear a dos defensores y tirar a puerta para que Bermúdez desviara con apuros.
Esa jugada desencadenó la caja de los truenos en el conjunto azul que empezo a combinar ante un Toledo que se veía impotente para frenar las internadas del equipo azul que trenzaba bien en el centro del campo y convertía sus bandas en buenos puñales, sobre todo la izquierda con Rayco e Invernón. Fruto de una combinación entre estos dos el balón cayo a pies de Curro que a trancas y barrancas y con mucha suerte se llevó el balón para quedarse solo ante le meta que salio valientemente a los pies del extremeño, pero con tal mala suerte que el balón suelto lo recogio Manu Busto para anotar el primer gol del Oviedo.
A partir del gol el Oviedo siguió con su buen juego y dispuso de varias ocasiones para a notar, pero las más claras de ellas fueron un balón suelto que dejo a Miguel solo ante el portero, pero el llanerense no supo machacar en una opción inmejorable haciendo que el meta Bermúdez se lueciera por segunda vez en la tarde. Minutos depués Rayco también tendría una muy buena opcion despues de una buena jugada trenzada por los azules que dejaría al canario solo ante Bermúdez aunque algo escorado y opto por el disparo para que el meta atrapara cuando tenía la opcion de Miguel solo para empujarla.
Por su parte el Toledo apenas inquietaba salvo en dos ocasiones consecutivas en el ecuador de la primera mitad, pero sus remates se marcharon desviados. Asi que con la sensacion de que el Oviedo debería haber dejado sentenciada su primer victoria se llegó al descanso.
En la reanudación Pelayo dejó su sitio a Rubén y a partir de ahi el Oviedo empezo a descomponerse. Aquel Oviedo de la primera parte vertical dejo paso a un Oviedo que se quedo en agua de nadie, no sabia si rematar el partido o ciudar lo ya obtenido y las ocasiones y el juego desparecieron del Tartiere.
Pero cuando más soporifero estaba el encuentro el Toledo encontro una recompensa que hasta ese momento no había merecido. Un fallo defensivo del Oviedo con perdida de balón tonta y que no supo achicar para dejar en fuera de juego a Rufino que aprovechó para batir por bajo a Aulestia en su salida.
El Oviedo no había sabido sentenciar y lo pagaba caro ocn el gol del empate, aunque no iba a ser su última desgracia de la tarde, ya que dos minutos despés, un descentrado Miguel veía el camino de los vestuarios tras la segunda amariila que se había buscado merecidamente por la reiteración de faltas a sus defensores.
Era el minuto 81 y ahí se acabo el partido ya que el Toledo se dedico a aguantar un punto que, visto lo visto, le sabía a gloria y un Oviedo con diez que intenataba trenzar algo, pero con más corazón que cabeza y que en ningun momento dio la sensación de poder llevarse el gato al agua en esos minutos finales.
