19/12/08
Por fin en su cuarta, y esperemos que última, temporada en tercera el Oviedo está mostrándose como el equipo que siempre debió ser en estas categorías que no le corresponden ni por historia, ni por afición, ni por ciudad.
A la altura a la que estamos de temporada nunca en las tres temporadas anteriores se había mostrado tan eficaz y demoledor el equipo azul en la tercera división. Si bien es cierto que en la primera temporada los problemas económicos e institucionales agobiaron y crearon muchas dificultades para armar un buen equipo, al Oviedo aún le quedaba el nombre de un equipo que tan solo dos años antes había ganado al Barcelona en su propia casa, hoy en día casi nada de aquello queda porque el fútbol solo vive de presente y cada día es más difícil traer a jugadores por el nombre del club, y mas si este está de capa tan caída.
Las quince victorias y una derrota que presentan los azules como balance que los hace el mejor equipo de categorías nacionales. Lejos queda ya las dudas que surgieron tras la derrota en la segunda jornada ante el Gijón Industrial y que supusieron duras críticas para entrenador y plantilla. Aquel día el mister justificaba el resultado por el cansancio acumulado tras la pretemporada y los cuatro partidos en quince días que habían tenido que afrontar, nadie le creyó, pero el tiempo le ha dado la razón. Desde aquel siete de septiembre el Oviedo acumula una inmejorable estadística de catorce victorias consecutivas y, hasta el gol recibido el domingo frente al Uni sin ningún gol en contra fuera y con tan solo tres recibidos en casa para un total en liga de 48 goles a favor y siete en contra. Además con Aulestia también cayó el record de imbatibilidad que mantenía Ponzo en la primera temporada, que le hicieron el portero menos batido de esa temporada en todas la categorías nacionales, y se quedo cerca del histórico de Viti allá por principios de los noventa.
Estos datos tan contundentes hacen que sea el mejor equipo de los cuatro que han disputado la competición de tercera a estas alturas. En la primera temporada se habían sumado 36 puntos, aunque la sanción federativa de seis puntos hacía que en su casillero tuviera 30 puntos con 26 goles a favor y 6 en contra. La segunda temporada tras el fracaso de la liguilla del año anterior el equipo se encontraba a estas alturas con 39 puntos con 34 goles a favor y 15 en contra, ese año, a pesar de ser el peor en datos en liga se consiguió el ascenso. El año pasado con Carrasco, donde su fútbol no entraba en estos campos tan pequeños y sus humillaciones deportivas, el equipo se encontraba con 17 puntos y con 41 goles a favor, aunque bien es cierto que 17 de esos goles fueron ante dos rivales en plena crisis institucional y económica como eran el Hispano y el Astur y con la friolera de 13 goles en contra en dieciséis encuentros.
Por ahora la afición que estaba de uñas en los primeros compases de la temporada parece que va abriéndose un poco a la ilusión aunque sigue manteniéndose muy escéptica con el play-off de ascenso puesto que el daño, tan moral como futbolístico, de los arteixazos y caravacazos hacen que la afición no se fíe ni de los equipos de segunda regional en este tipo de eliminatorias.
A la altura a la que estamos de temporada nunca en las tres temporadas anteriores se había mostrado tan eficaz y demoledor el equipo azul en la tercera división. Si bien es cierto que en la primera temporada los problemas económicos e institucionales agobiaron y crearon muchas dificultades para armar un buen equipo, al Oviedo aún le quedaba el nombre de un equipo que tan solo dos años antes había ganado al Barcelona en su propia casa, hoy en día casi nada de aquello queda porque el fútbol solo vive de presente y cada día es más difícil traer a jugadores por el nombre del club, y mas si este está de capa tan caída.
Las quince victorias y una derrota que presentan los azules como balance que los hace el mejor equipo de categorías nacionales. Lejos queda ya las dudas que surgieron tras la derrota en la segunda jornada ante el Gijón Industrial y que supusieron duras críticas para entrenador y plantilla. Aquel día el mister justificaba el resultado por el cansancio acumulado tras la pretemporada y los cuatro partidos en quince días que habían tenido que afrontar, nadie le creyó, pero el tiempo le ha dado la razón. Desde aquel siete de septiembre el Oviedo acumula una inmejorable estadística de catorce victorias consecutivas y, hasta el gol recibido el domingo frente al Uni sin ningún gol en contra fuera y con tan solo tres recibidos en casa para un total en liga de 48 goles a favor y siete en contra. Además con Aulestia también cayó el record de imbatibilidad que mantenía Ponzo en la primera temporada, que le hicieron el portero menos batido de esa temporada en todas la categorías nacionales, y se quedo cerca del histórico de Viti allá por principios de los noventa.
Estos datos tan contundentes hacen que sea el mejor equipo de los cuatro que han disputado la competición de tercera a estas alturas. En la primera temporada se habían sumado 36 puntos, aunque la sanción federativa de seis puntos hacía que en su casillero tuviera 30 puntos con 26 goles a favor y 6 en contra. La segunda temporada tras el fracaso de la liguilla del año anterior el equipo se encontraba a estas alturas con 39 puntos con 34 goles a favor y 15 en contra, ese año, a pesar de ser el peor en datos en liga se consiguió el ascenso. El año pasado con Carrasco, donde su fútbol no entraba en estos campos tan pequeños y sus humillaciones deportivas, el equipo se encontraba con 17 puntos y con 41 goles a favor, aunque bien es cierto que 17 de esos goles fueron ante dos rivales en plena crisis institucional y económica como eran el Hispano y el Astur y con la friolera de 13 goles en contra en dieciséis encuentros.
Por ahora la afición que estaba de uñas en los primeros compases de la temporada parece que va abriéndose un poco a la ilusión aunque sigue manteniéndose muy escéptica con el play-off de ascenso puesto que el daño, tan moral como futbolístico, de los arteixazos y caravacazos hacen que la afición no se fíe ni de los equipos de segunda regional en este tipo de eliminatorias.
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