Triunfo sobre la bocina




8/12/08


El Real Oviedo logro imponerse por 2-0 con muchas dificultades a un correoso y serio Candás en el partido más difícil en lo que lleva de temporada gracias a los goles de Cervero y Nacho Méndez en las postrimerías del encuentro.

En la previa del partido hubo un acto de concentración secundado por unas 1500 personas como protesta por el maltrato sufrido la semana anterior en Langreo y en otros campos de la tercera asturiana. También se desplegaron pancartas como “Stop represión policial” “Somos oviedistas, no criminales” o “No a la persecución quincenal de oviedistas”. Además los jufadores salieron con una camiseta que ponía "Respeto para nuestra afición"

La alineación se formó con Aulestia; Rubén, Hedrera, Gonzalo, Invernón(Jorge Valiente); Mario Prieto, Curro; Villanueva(José Luis), Alex, Jorge Rodríguez(Nacho Méndez); y Cervero.

El Real Oviedo salía con el aliciente de igualar el record de victorias consecutivas de un equipo de la tercera asturiana como divertimento mientras llegan los partidos de mayo, pero se encontró con un rival agazapado y muy encerrado en su propio área que le puso las cosas muy difíciles desde el principio. Aun así el Oviedo salió muy enchufado en los primeros minutos y jugando alegre por bandas, a pesar de que la primera ocasión la tuvo en Candás en un contra con disparo al borde del área que Aulestia tuvo que emplearse a fondo para despejar. El Oviedo respondió con un disparo de Hedrera a la salida del Corner que Pitito saco cuando se cantaba el primero gol. Minutos después, de nuevo las mismas circunstancias y los mismos protagonistas, Hedrera remató de cabeza y Pitito saco bajo palos. La ultima ocasión del partido fue un remate de cabeza de Cervero que salió rozando el larguero.

Era el primer cuarto de hora y todo parecía indicar que los locales no tardarían en abrir la lata, pero sucedió todo lo contrario, el juego se volvió espeso y las ocasiones empezaron a ralear en cuanto a cantidad y claridad hasta que desparecieron en esa primera parte.

Tras el descanso los azules subieron una marcha contra un Candás que seguía su consigna defensiva con la que se encontraba a gusto e intentando alguna esporádica contra. El buen orden y el buen hacer del rival propiciaron que las ocasiones fueran escasas y el juego bastante gris durante mas de media hora de la segunda parte.

Justo ahí llegó la gran ocasión del Candás, cuando Luengo se plantó solo ante Aulestia y lanzó el balón al poste, este susto más la continua pérdida de tiempo de los candasinos hizo que el público, sin Symmachiarii que había abandonado su zona como medida de protesta, espolease a los suyos hasta que estos consiguieron encerrar literalmente a un Candás al que se le venía una avalancha encima, pero aun así guardaba el orden.

Hasta el minuto 87 cuando Villanueva centró dentro del área y un defensor saco un codo sospechoso que el arbitro señalo como penalti. La pena máxima era dudosa, pero Cervero se encargó de materializarla en gol. El Tartiere respiraba aliviado en un partido en el que volvió a vibrar ligeramente por primera vez en lo que va de año.

Con el Candás volcado y vencido, Nacho Méndez anotaba tras bonita jugada colectiva que se inició por banda izquierda con Valiente que, por fin, debutó con el Real Oviedo.
El gol de Cervero no gustó a los jugadores candasinos y uno de ellos, tras ser sustituido lanzó una botella de agua al público, que no se lo tomó bien y empezó a zarandear el banquillo local en una mala actitud, reprochable a todas luces y que no debe repetirse en el Tartiere y más cuando acabó el partido y unas 40 personas se fueron a recriminar la salida de los jugadores visitantes con malos modos, estas personas no deben olvidar que el Oviedo es y debe ser un club señor en cualquier categoría en la que se encuentre y no debe centrarse en crear estúpidas rivalidades que no le deben ir ni venir

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